Pobladores Elche se ha visto en la obligación de reinventar el Belén Viviente ante la evidente falta de espacio.
Si existe una tradición con arraigo en Elche para los días de Navidad esa es la visitar el Belén Viviente organizado por la Asociación Histórico-Artística de los Pobladores de Elche. Una reproducción realista de un poblado judío del siglo 1 después de Cristo escenificada por actores aficionados de la ciudad de forma totalmente altruista cada año para el disfrute del público de todas las edades. El palacio de Herodes, los establos, talleres de distintos oficios, una posada con servicio de comida y bebida, la panadería y, como no, el portal con el pesebre son algunos de los elementos que nunca faltan en este Belén Viviente.
El Belén Viviente, que en años anteriores se emplazaba en la plaza de Traspalacio (anteriormente en el Hort del Xocolater) se sitúa este año en el interior del Parque Deportivo volviendo así a un entorno más natural rodeado de palmeras aunque mucho más limitado en dimesiones. Esta limitación de metros cuadrados ha provocado que, ante la falta de espacio, el montaje este año sea mucho más austero suprimiendo algunas de las edificaciones más típicas.
Sin embargo Pobladores Elche ha querido hacer de la necesidad virtud aprovechando el espacio reducido y las calles estrechas del Belén Viviente para crear un Escape Room ambientado en el siglo I. En él los visitantes deberán acceder al poblado ancestral y, valiéndose de las diferentes pistas que los Pobladores han escondido, deberán salvar al mismísimo niño Jesús de las garras del malvado Herodes en menos de 30 minutos. Los distintos miembros de Pobladores actuarán como ladrones, soldados romanos o vecinos de la aldea para ayudar en las distintas fases del novedoso juego que será el primer Escape Room de estas características en el mundo.
Una genial iniciativa que sin duda hará las delicias de los más pequeños y que vendrá a aportar un aliciente extra al Belén Viviente de este año ante la evidente falta de espacio del nuevo emplazamiento.