Los hurtos y agresiones en la ladera del río Vinalopó a su paso por Elche están a la orden del día tan pronto como se pone el sol fruto de la falta de iluminación en la zona. Por ello los usuarios de la ladera, hartos de sufrir la falta de seguridad, han decidido pasar a la acción y formar una milicia armada que con palos de metal velará por la seguridad en la zona para mayor tranquilidad de los caminantes y corredores que disfrutan de su ocio cerca del cauce del río.
La idea surgió de Paqui Brotons, usuaria de la ladera del río desde que hace años comenzó a salir a caminar con sus amigas por las tardes como ella misma nos comenta:
Astò ha anat a pitjor. Abans erem 4 gats. Ara entre els correos, els musculitos i els ninis el riu s’ha posat de moda i ha vingut molt de ideseable. I clar, quan arriba la nit, com no hi ha llum, el riu se torna molt perillós. Alguna cosa haviem de fer, ¿no?
Paqui y sus amigas, hartas de que el Ayuntamiento haga oídos sordos ante su solicitud de aumentar la vigilancia y dotar el río de mayor iluminación, decidieron pasar a la acción formando la «milicia mora», llamada así por su habitual manera de patrullar caminando hombro con hombro en forma de filà de Moros i Cristianos. Nos lo cuenta la propia protagonista:
Donçs sí. Hem anat al Decathlon i ens hem mercat uns palos d’eixos de senderisme, «trekking» com diuen els moderns, i ara eixim a caminar en ells. I quan veiem un conflicte… ¡¡PAM!! palà al bescoll
La idea ha calado hondo en otros usuarios de la zona que se han sumado a la iniciativa para mantener limpia de criminales la ladera del río. Sin embargo, no siempre llueve a gusto de todos y muchos han sido los usuarios, sobre todo corredores, que se han quejado de las milicias al haber sufrido ya varios incidentes con ellas, como nos cuenta un corredor que ha preferido mantener el anonimato por temor a represalias:
Que sí, que muy bien las milicias, pero a la que te despistas te sueltan un hostión con el palo de los cojones. ¡Eh! que el palito lleva pincho en la punta y duele un huevo. El otro día iba haciendo mis series tranquilamente y como iba corriendo a tope se pensaron que era un caco y me llevé un palazo en la tocha que aun me duele. Y si no las filás de moros que forman, que no se puede ni pasar. Una vergüenza vamos.
En fin, un conflicto que no tiene pinta de arreglarse en el corto plazo. Si bajáis a la ladera por la noche, llevad frontal y casco por lo que pueda pasar y unos eurillos para cuando pongan peaje en el río. El que avisa no es traidor.